jueves, 30 de septiembre de 2010

Era domingo,claro


Y el próximo fin de semana está ya a la vuelta de la esquina. ¡Vamos, que os veo un poco cansados! Es cosa del otoño y de no se qué síndrome.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Miércoles de dispersión


Miércoles de dispersión. Cuando se piensa en la educación se descubre que éste es uno de los grandes temas (¿obstáculos?). Dispersión de alumnos, grupos, programas, metodologías, necesidades, herramientas,...
Preparando el ya inmediato trabajo sobre la emigración he tenido que ver (como un trabajo: con papel, lápiz y atención) “Retorno a Hansala”. Bonita película, interesante por el contraste de culturas, lenguas, ilusiones, esperanzas, tristezas, problemas,... con “happy end”.
He leído “El hombre de hojalata”, un precioso cuento de Isabel Allende, con los alumnos de 4º durante dos horas de aula, incluyendo el trabajo que hemos hecho sobre el relato.
Hoy tocaba comer en la escuela, así que he podido charlar sobre la situación de varias alumnas y alumnos: problemas de comprensión del idioma español, de sus capacidades matemáticas, o de sus posibilidades motoras (que también tenemos alumnos en sillas de ruedas).
Y luego reunión de profesores con planteamientos sobre cursos y lecturas interesantes para nuestra formación (que nunca se acaba), con propuestas de analizar los mejores caminos para trabajar las drogodependencias, las tutorías, la supervisión de casos individuales más (aún) problemáticos, o programas informáticos para llevar más al día nuestras observaciones.
Dispersión: ¡qué bonita palabra! (Aún recuerdo aquel “gris” diciéndonos: “se me dispersen en grupos de a uno”). Eran otros tiempos.
Menos mal que a la salida me esperaban una hermosa tarde de otoño, un parque para pasear, Pili y Noa, mi perra.

lunes, 27 de septiembre de 2010

En la Escuela todo es gratis: pidámoslo

Uno de los problemas que tienen las salas de profesores, al menos la mía, es la falta de intimidad.
Así que no he podido evitar escuchar una conversación entre una profesora-tutora y una madre. Las pretensiones de la madre se han ido “disparando” y ha llegado a pedirle que le telefonee cada hora (sí, sí, cada hora) para decirle si su hijo ha entrado en clase. Porque, según ella, parte de nuestro trabajo consiste en ir a buscar al alumno, esté donde esté, y convencerlo con buenos razonamientos de que su futuro depende de que entre en clase. Y eso (sí, sí) cada hora.
Bueno, el deseo-necesidad de la madre (o del padre) no es disparatado (o, ¿sí?). Está en la misma línea de la pretensión de que la Escuela atienda a los niños casi desde que nacen, los días de vacaciones, los fines de semana, las horas extraescolares de los días de labor, y hasta los días de huelga.
Sólo es un problema de impuestos. Porque, claro, la Escuela nunca ha sido, es, ni será gratuita. Alguien la paga. En estos momentos (¿por qué esto no aparece claro en las reivindicaciones ni de izquierdas ni de derechas?) somos los contribuyentes los que la pagamos.
Y parece que los impuestos no dan para tanto.
Mientras, quizás la madre (o el padre) podría aportar un poco más de implicación real y hacer ella el trabajo de que su hijo entienda las razones por las que su futuro pasa por entrar en todas las clases.
Pero, esto igual ya no le gusta tanto a esa madre (o padre) que nos “ha confiado” su hijo porque “con él no hay quien pueda” y “a ver si Ustedes pueden hacer algo con él”.
Compañera, no sufras porque no llegamos a todos los sitios desde donde nos llaman.

domingo, 26 de septiembre de 2010

El maltrato escolar

Ha aparecido el informe 2009 del Gobierno Vasco sobre el maltrato en la escuela y dice que el número de víctimas crece hasta llegar al 12% en la ESO.
Si miramos los datos con un  poco más de detenimiento, nos encontramos con algo que los educadores ya sabemos bastante bien; se trata fundamentalmente de insultos y de exclusiones, incluyendo las autoexclusiones de quienes se sienten una y otra vez insultados, vejados.
El sufrimiento de uno solo de los maltratados (si conocemos de cerca algún caso será más fácil admitirlo) basta para que no bajemos la guardia ni un solo momento. “Siempre ha sido así”, “no es para tanto”, “ellos mismos se lo buscan”, o “que espabilen”, no son buenas respuestas. Al contrario, nos sitúa de parte de los maltratadores.
Pero, sin obviar la gravedad del tema, hay dos reflexiones que me gusta hacer a este respecto:
Por una parte, debemos ser conscientes de que los adolescentes siempre se las arreglan para crear espacios (mundos) a los que los adultos nunca vamos a llegar... directamente. Erradicar el maltrato sólo lo lograremos educando en otro espacio, porque mientras exista un solo maltratador, él buscará el espacio al que no llegaremos. Si trabajamos la autoestima del maltratado posiblemente estemos en el buen camino.
Por otra parte, y una vez más, no estamos más que ante uno de los reflejos de la sociedad que entre todos estamos haciendo. Trasformar esa sociedad haciéndola más igualitaria será la raíz del fin de cualquier maltrato.
Y, los que nos decimos educadores, ¿no maltratamos a los que nos acompañan en el trabajo de la educación, a nuestras parejas, a nuestros hijos, amiguetes, a los que trabajan en los servicios que usamos,...? Debemos ser valientes para analizar todas nuestras responsabilidades.
Que esto no nos haga sentirnos de ninguna manera los verdugos. Estamos haciendo muchas cosas bien. Somos uno de los colectivos más implicados en la creación de esa sociedad igualitaria.
Pero, hoy tocaba hablar del maltrato.

viernes, 24 de septiembre de 2010

¿Competente o no?


Casi no iba a leerlo: que ya está bien de tanto cambio como uno ha soportado, que ya me he hecho mayor y allá los jóvenes,…
Pero, esa adquirida manía de leer, de no faltar al compromiso de lo que a uno le piden desde los que empujan la educación, todo eso ha hecho que me líe con el asunto de la "educación por competencias".
Varios aspectos concretos, que tienen que ver con nuestro día a día en la escuela, me los guardo para cuando sea su tiempo. Pero, después de leer el  Artículo 7 y el Anexo 3 del Decreto 125/2007 por el que se establece el currículo de la Educación Básica y se implanta en la Comunidad Autónoma del País Vasco, tengo que brindaros esta rápida reflexión:
Al final de la lectura dan ganas de activar aquel viejo concepto de la autocrítica, coger un boli y un papel en blanco y empezar a responder a una sola pregunta pasada por todos los puntos que toca un texto - lo digo con absoluta claridad- riquísimo para un educador: ¿cómo están MIS competencias?;¿cómo estoy YO de esas competencias?.
Leedlo, por favor.

jueves, 23 de septiembre de 2010

De libros y obligaciones


Estoy un poquito vago en esto de la lectura. O, quizás, me lo parece porque el tiempo se encoge en cuanto empieza el trabajo. El caso es que voy leyendo un par de cosas a ritmo de tortuga.
Una de ellas es "Persuasión" de Jane Austen. Tengo que decir que no me está gustando casi nada. Cosa de gustos. El siglo XIX nunca ha sido mi fuerte. Realmente lo estoy leyendo "por obligación". Me explico: asisto regularmente a una tertulia literaria mensual y alguno de los tertulianos quiere que hablemos sobre esta novela. Así que hagámoslo.
Tengo muy claro que la última razón de mis actuaciones rara vez puede y debe ser exclusivamente "me gusta" o "no me gusta". Hay otras muchas motivaciones (sin excluir el propio gusto). Alguna de ellas, a veces, más determinante. Estar en un grupo y participar de su vida significa pensar más allá del propio gusto. No siempre. Habrá otro momento en que sea yo quien quiera que se hable de otra novela que a algún otro tertuliano no le guste. Es lo bueno del intercambio de pareceres, la riqueza de los criterios diferentes puestos en común de manera amistosa y distendida.

También estoy leyendo "Cuentos" de Julio Ramón Ribeyro. Y éste sí que os lo recomiendo. Como dice el título, se trata de una colección de 11 cuentos. Se lee muy fácil y, después de cada cuento, uno puede, si lo desea, pensar un ratito. Me esta gustando mucho

Y, como casi siempre leo con la luz encendida, para acabar algo mucho más prosaico. Dice el periódico de hoy que la luz va a subir casi un 5%. Es decir, coincidencias, lo mismo que me van a quitar de sueldo a partir de este mes. ¿A alguien se le ocurre un comentario jocoso? Pues no tiene gracia.

martes, 21 de septiembre de 2010

Agradecemos sus servicios...

Empiezan a acercarse los cursos que el Ayuntamiento (o sea todos nosotros; al menos, los que pagamos impuestos) prepara para los vecinos de Bilbao.
Durante un montón de años, Pili (mi mujer, ya la conocéis) ha sido profesora de los cursos de pintura que “Talleres para todos” impartía en el Centro cívico de Otxarkoaga (y otros lugares).
Desde hace ya años, el Ayuntamiento proporciona estos cursos a través de una empresa intermediaria que, mediante adjudicación por licitación en concurso público, se hace con ellos y gestiona todo el dinero dedicado a los talleres.
Desde hace dos años esa empresa es “Artean Arte”. Para ella trabajaba Pili desde que la empresa se formó. Antes lo había hecho para todos los que habían administrado los cursos. Trabajaba, digo, porque este verano ha recibido una carta agradeciendo sus servicios y ofreciéndole una inmejorable carta de recomendación.
¿Han desaparecido los cursos? No. Algunos cursos se han acortado, otros se han modificado,… Pero, la razón es mucho más sencilla.
Cuando le dieron el último finiquito se le ocurrió pedir la indemnización correspondiente y fijada por ley para cualquier contrato de final de obra. Y aquello no sentó muy bien en la empresa.
Además, la próxima trabajadora, el próximo trabajador, le va a salir más barato a la empresa.
Dicho de otro modo, a los empresarios les va a quedar más dinero para repartirse entre ellos y/o van a vivir un poco más tranquilos sin trabajadores que se preocupen de que se respeten sus derechos.
El Ayuntamiento (o sea nosotros) va a gastar lo mismo; los usuarios (o sea, nosotros) vamos a recibir lo mismo y los intermediarios (o sea, ellos) se van a quedar con más dinero (el nuestro, claro) y más tranquilos.
No es más que un ejemplo, aunque a mí me resulte más cercano.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Para Labordeta In memoriam

CANTO A LA LIBERTAD - José Antonio Labordeta


Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.


Haremos el camino
en un mismo trazado,
uniendo nuestros hombros
para así levantar
a aquellos que cayeron
gritando libertad.

domingo, 19 de septiembre de 2010

DE MALA LECHE


Hay noticias que me ponen de mala leche, de muy mala leche. Suelen ser esas noticias que no hacen más que confirmar lo que "ya sabemos todos", pero que no se ha demostrado todavía.
Parece que tener un blog te permite descargar un poco de esa mala leche en la confianza de que alguien te leerá.
Para los que el sábado pasado (día 18) no visteis el Correo os hago una foto de uno de sus titulares. Lo tenéis ahí arriba. En grande.
Para los que lo visteis y para los que no, traduzco el titular tal como yo lo leí: " Entre todos los contribuyentes hemos puesto un bote común de más de tres millones de pesetas para que un particular pueda estudiar euskera sin gastarse un duro"
Además (el euskaltegi debía pillar un poco lejos) le hemos regalado 796 euros en concepto de dietas de viaje.
A mi lado trabajan dos profesoras que todos los días van al euskaltegi. ¡Que pobres: se lo pagan ellas de su sueldo!. Y eso que no ganan ni la mitad de lo que gana el señor citado.
No sé cuánto de amor por el euskera mueve a mis compañeras a estudiarlo. Pero, estoy seguro de que, en alguna medida, lo hacen porque necesitan acreditar un determinado perfil lingüístico. Al fin y al cabo, se mueven en terrenos próximos a la función pública.
Pero, ese señor, ¿no estaba en la función pública? y ¿no estaba dentro del grupo que exige el perfil lingüístico para todos los funcionarios? ¿Cuál era el suyo?
Espero que, al menos, haya aprobado sus estudios.
¡País!

jueves, 16 de septiembre de 2010

Lo prometido

Lo prometido es deuda. Aunque habrá soluciones técnicas mejores, he encontrado una para colgar el cuento que prometía ayer: "Setas para cenar".
Si queréis leerlo, pinchad en la pestaña que aparece en la parte de arriba de esta página y que tiene el mismo título.
Buen provecho a todos.
Vengo de la presentación de la recopilación de cuentos "Quien cuenta sus males ahuyenta (treinta y tres refranes, treinta y tres verdades) que ha tenido lugar esta tarde.
Durante el curso pasado estuve en el Taller de escritura creativa Alfa, (ww.tallerdeescrituraalfa.es)
 y uno de los cuentos de la recopilación es mío.
Por eso, hoy en homenaje a nuestro trabajo y a la edición del libro quiero colgar aquí el que he escrito yo. Tengo  un problema: no se cómo se hace. Así que de momento sólo dejo aquí mi compromiso de aprender a hacerlo y de colgarlo cuando pueda.

martes, 14 de septiembre de 2010

A propósito de las horas lectivas

Si alguien de mi entorno educativo puede decirlo, soy yo: once horas de clase semanales ( de “horario lectivo” en nuestro argot profesional) permiten tomarse las cosas de forma distinta.
Me imagino que si el horario lectivo de la generalidad de los profesores en la ESO fuera de once horas, la educación se encarecería mucho y la dimensión económica del sistema educativo no se puede obviar.
Pero, puedo afirmar que, cuando se trabajan 35 horas semanales, con once lectivas queda tiempo para preparar las clases, “inventar” metodologías apropiadas, trabajar con los chavales de carne y hueso que tenemos aquí (no con los chavales-tipo que nos hemos creado), pensar, leer, seguir formándose, trabajar en equipo, evaluar nuestro trabajo y corregirlo,… y llegar fresco a clase, dispuesto a acompañar a los chavales en su crecimiento y preparación para el futuro.
No se si sería tan caro como se presupone. Dicen que la nuestra es una de las profesiones con más bajas, es decir, con mayor número de trabajadores sustitutos. ¿Cuántos harían falta con una reducción importante de las horas lectivas?
Y no me olvido de la flagrante injusticia que a este nivel se está cometiendo con el profesorado de la privada que (por menor salario) trabaja casi un 30% más de horas lectivas que el de la pública.
Este sería otro capítulo: el capítulo que relaciona la educación con la empresa, los contratos, los convenios. Todo irá saliendo.
Que un curso es largo y sólo me queda uno para jubilarme. Por eso, la gracia (negociada en convenio) que se me hace (y que he trabajado) de reducir las horas lectivas a la mitad.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Alumnos buenos, ¿chocheo?

Casi podría decir que hoy he dado mi primera clase de este curso, el último de mi vida laboral. Espero.
Ya tuve una clase la semana pasada, pero nos dedicamos a juguetear en el aula de informática, porque se quedaba colgando entre la nada y el fin de semana.
Esta mañana me parecía haber vuelto a muchos años atrás.
Sólo iba a presentarme, presentar el curso en sus contenidos y metodologías y dar las primeras instrucciones para echar a rodar. Llevaba preparado el primer trabajo a realizar, pero no ha dado tiempo, como en los mejores tiempos de la ESO en esta Escuela.
La única diferencia clara que un extraño hubiera encontrado entre esta presentación y la que hice hace 10 años estaría en los contenidos del curso y en las implicaciones que dicho cambio tiene en las metodologías y las formas de evaluar.
Por lo demás, sentados enfrente, 21 alumnos atentos, silenciosos, formales. Como hace 10 años, alguno un poco más inquieto, otro un poco más ingenioso, otro un poco más preguntón, menos seguro, un poco más despistado,… nada extraño.
Estamos siendo excesivamente duros en el juicio de esta generación de alumnos. Son distintos. Tienen otros problemas: de atención, de “saber estar”, de conocimientos, de intereses manifiestos. Pero, con demasiada alegría muchas veces, demasiadas, parece que son poco menos que unos malhechores.
Hay chavales desquiciados en mayor medida que hace unos años. Hay chavales más “peligrosos” que hace un tiempo. Pero, yo conozco muy poquitos. No debemos generalizar.
Alguna vez habrá que hablar de las herramientas que hoy tenemos para trabajar con estos últimos.
Hoy quisiera incidir, porque así lo he visto, en la bondad de la mayoría.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Recomendando un poco de arte


Siempre me ha gustado la pintura.
Internet ofrece una cantidad impresionante de páginas por las que pasearse contemplando los más bonitos cuadros de la historia.
Pero, hay pinturas “menores” que merecen ser contempladas por su belleza. Y también tienen páginas en Internet.
Dejadme que hoy os invite a visitar un blog que parte de la acuarela de un pintor de Getxo y que ha conseguido reunir en él un buen número de páginas a visitar.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Todos no somos jóvenes; ¿emigrantes?

Después de ver la exhibición de serbios y lituanos estoy un poco fastidiado. El baloncesto es una gran metáfora social. Así que está claro que los primeros puestos son para los jóvenes. Los mayores, aunque no lo queramos, tendremos que buscar nuestro sitio.


No tengo más remedio que seguir preparando el tema-asunto de la emigración. Dando vueltas por la Red he encontrado una página con unos cuentos muy bonitos. Os la recomiendo: www.margencero.com/biblio/relatos1/emigrantes.htm. Los cuentos son de Paco Ortiz.

También me he tropezado con el que dicen que es el relato más breve. Este lo transcribo:

Título: El emigrante

Texto completo: -¿Olvida usted algo? - Ojalá.

Autor: Luis Felipe G. Lomelí.



Todo confluye en la crueldad. Os enseño un cuento que yo ya tenía escrito hace un tiempo y que (salió así, sin intenciones previas) es lo más cruel que nunca he escrito (estáis advertidos):





Emigrante equivocado

Es moreno. Curtido por muchas horas de campo. Su maleta, ligera. Sentado en el vagón del tren levanta la mirada. Presta mayor atención a la voz que repite: “Próxima estación: Madrid, Chamartín”. Saca un papel. Desconcierto. Lágrimas. Vuelve a leer la dirección escrita en el papel: “19, rue de Valenciennes, París”. Sigue mirándolo, pero, ya no lo ve.

Las lágrimas ciegan sus ojos. Ha salido de Burgos. Años 60. No sabe si tendrá dinero para enmendar su error. No sabe si podrá coger otro tren en la dirección correcta. El tren se para. El mundo se para.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Hoy jugamos: busca el intruso

¿Emigramos?

Quiero preparar el tema de la emigración para trabajarlo con mis alumnos en clase. Por eso, ahora escribo. Lo que salga.
Entre mis alumnos va a haber emigrantes y chicos que han vivido por aquí cerca siempre. Me gustaría mucho que a los primeros este trabajo les sirviera para comprenderse un poco mejor y para que se hagan con herramientas que les permitan mirar al futuro con ganas de ir construyéndoselo, sin dejar de pertenecer a su grupo y sin dejar de integrarse en el nuestro.
A los que han nacido aquí quizás les sirva para conocer mejor a los del primer grupo, para situarles, comparrales con sus padres o sus abuelos (que también fueron emigrantes) y ayudar a que se incorporen sin miedos, reticencias ni sentimientos de superioridad.
Me gustaría mucho poder hacerles partícipes de mi propia experiencia migratoria. Cuando uno se hace mayor sabe que su vida ha sido una continua migración. Quizás esté equivocado, pero pienso que no hay menor distancia entre el Sestao de 1948 y el Bilbao del 2010 que entre Marruecos 2010 y Bilbao 2010. La gran diferencia en el movimiento está en el tiempo. El primer cambio, el mío, ha durado 62 años y el segundo unos días. La brusquedad de este segundo es lo que hay que atajar.
Pero se muy bien, porque ha sido mi experiencia, que la crueldad ha estado debajo de todos aquellos cambios no queridos, obligados por agentes externos (no muy distintos de los que provocan el hambre y la necesidad) y que aquellos cambios que yo he buscado, que yo he querido y controlado (nunca a solas, siempre con iguales) han sido los que han contribuido a mi bienestar.

martes, 7 de septiembre de 2010

domingo, 5 de septiembre de 2010

Primera reunión

Escribo en sábado cerca de Medina. Nos acoge la casa de mi cuñado en Villatomil. Hace una mañana clara y fresca. Otxar y "los niños" quedan lejos.
Pero, no puedo perder tan pronto el hilo del blog. Mañana, domingo, meteré en el blog lo que ahora escribo.
Al grano: ayer tuvimos la primera reunión de la ESO.
Las mayores discusiones, el tiempo más largo, hasta las mejores energías y los innecesarios conflictos, se los llevó el asunto de la prohibición del tabaco y el papel activo del profesorado en la represión del infractor (se dijo que había que educar, pero ahí no entramos). ¡Lástima!
Sin embargo, hubo dos asuntos mucho más importantes desde un punto de vista educativo. El segundo de ellos lo dejamos para el lunes: ¿cómo hacer que los objetivos, las metodologías, las apuestas didácticas de profesores muy distintos y con materias muy diversas apunten en la misma dirección, aúnen sus sensibilidades en el trabajo de todos los días?
El primero de los puntos importantes sirve para que recordemos nosotros los grandes teóricos, que la educación cuelga muchas veces, más de las que quisiéramos, de hilos hechos de cosas tan prosaicas como los armarios del aula, la organización de los recursos con los que contamos, de dónde y cómo colocamos a los alumnos, de los seguros en las salidas con ello, o de la ubicación de las carpetas.
Aunque lo estéis leyendo más tarde, os deseo un buen fin de semana a todos.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Comienza el trabajo

Realmente hoy ha sido el primer día de trabajo.
En las mesas han comenzado a aparecer y moverse papeles: programas, materiales, planes escritos para el curso que empieza y que querían llegar ya hasta el próximo junio.
En los teléfonos se daban las primeras conversaciones que intentaban concretar actividades educativas que sucederán en el exterior de los muros del centro. No estamos para nada cerrados ni en el espacio ni en el tiempo.
Estamos en un momento duro de la educación, en tiempos difíciles para tratar con los adolescentes,… etc.; pero seguimos creyendo que merece la pena y tenemos fe en que nuestro trabajo tiene futuro (al menos, hasta junio).

También ha sido el día en que hemos conocido cada uno los horarios que tenemos este curso. Todos eran mejor que el mío (igualito que todos los años). Pero, eso les pasaba a todos mis compañeros.
Al final demostraremos que somos capaces de trabajar con “el peor de los horarios” y, cuando el curso esté para terminar, si alguien nos pregunta matizaremos esta opinión.

Me gustaría saber si esto que pasa en la ESO, plan en el que trabajo, es similar a lo que ocurre en los demás planes. Supongo que es muchomás lo que nos une que lo que nos separa.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Inicio de curso

Hoy hemos empezado el curso.
La primera parte de la mañana ha sido para el reencuentro, los abrazos, las preguntas sobre cómo había sido el verano y cómo estábamos, y para esa respuesta abundante y conocida: "hoy mal, pero ayer estaba muy bien".
La segunda parte ha servido para que Javi (el dire) y José Ángel (jefe de estudios) hayan dado comienzo oficialmente al curso.
Como siempre, turno para las novedades del verano y las expectativas del curso. Como yo no soy parte del equipo directivo, tengo la libertad de poder decir lo que más me ha interesado a mí.
Así que ahí van dos reflexiones breves: por momentos he tenido la sensación de que no era muy diferente de lo que ocurría hace veinte años: ganas de ofrecer a nuestros alumnos (ahora se llaman "clientes") lo que necesitan; seguridad de que la diversidad real que tienen nos va a poner las cosas un pelín más difíciles y, por eso mismo, nosotros le pondremos más "narices". Y mucha fuerza mental para ir a por todas. Posiblemente es que la educación siempre ha sido eso: educación.
La mayor diferencia es que ahora todo está más "estructurado". Cosas de la calidad. Todo en papel, con las palabras medidas. No me parece mal, siempre que el papel no haga más que canalizar y "formalizar" la vida que corre por nuestras manos y nuestras mentes. La vida podrá más.
A por ellos. Podremos con todo, aunque luego se traduzca en que hemos pasado de un 7´5 a un 7´8.