Podeis ver en mi blog (en la columna de la izquierda) que está recomendada la página web de Juan Torres López. Ayer recibí la última de sus entradas y me limito a transcribirla tal cual, supongo que con su beneplácito. Dice así:
Sembrar en el desierto
martes, 01 de febrero de 2011 | |
Algunos comentaristas de mi web suelen argumentar que no podemos cambiar, que hay estructuras sociales y sentimientos humanos más fuertes que las rocas más duras y, como ellas, inamovibles. Yo no lo creo. No le he creido nunca y no voy a creerlo ahora que me voy haciendo más mayor y tengo que sentirme cada vez más joven. Yo confío y creo en la fuerza transformadora de los seres humanos e incluso, aunque es verdad que a veces tengo dudas, en la fuerza arrolladora de su humanidad. No suele hacer falta que nadie me convenza de eso pero a menudo recibo muestras de que no soy el único que piensa así y eso hace aún más profundas mis creencias. Hace unos días me ha vuelto a pasar. Recibí unas declaraciones del médico tunecino Moncef Marzouki, un opositor a la dictadura de Túnez que durante los últimos años había vivido exiliado en Francia y que de nuevo ha vuelto a su país, y me siento aún más convencido de que, más tarde o más temprano, como dijo Salvador Allende,"se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre". Dice Marzouki: "Tengo dos técnicas para mantener una actitud psicológica positiva. La primera es que me digo que el tiempo geológico no es el tiempo de las civilizaciones, que el tiempo de las civilizaciones no es el de los regímenes políticos y que el tiempo de los regímenes no es el de los hombres. Hay que aceptarlo. Si me comprometo en el proyecto de transformar Túnez, con quince siglos de antiguedad, no voy a transformarla en veinte años. Debo aceptar por tanto los plazos del tiempo largo. Y a partir de ahí, no me desanimo, porque mi horizonte no consiste en los próximos seis meses o en la próxima elección presidencial: es el de los próximos cien años, que yo no veré, como es evidente.Bueno, no me puedo resistir a la tentación de un único comentario: A los que tratáis de educar aquí y ahora ¿no os suena eso de sembrar en el desierto? |
No hay comentarios:
Publicar un comentario