lunes, 25 de abril de 2011

Tarde de lluvia

Ya os decía que un día de estos os iba a dejar un “cuento”. No se trata de tanto. Es simplemente un microrrelato “Te mando un beso”
Lo presenté a un concurso y aunque no lo han premiado van a incluirlo (con otros trescientos y pico) en un libro que recoge parte de los escritos presentados.
Además esta tarde llueve y algo tengo que hacer. Quizás vaya a ver cómo va la incubación de unos cisnes a los que estamos observando desde hace semanas. Os dejo también una foto

jueves, 21 de abril de 2011

De académicos

A veces los "sabios" dicen las mismas cosas que los no tan sabios venimos repitiendo (incluso en temas que han dado pie a distintas entradas en este blog) y  no debemos perder la oportunidad de citarlos, apuntándonos así un tanto afavor.
En el periódico de hoy José Manuel Blecua, director de la RAE (Real Academia Española) dice (si es que el periodista le cita correctamente, que no siempre suele ser así): "Gracias a los correos electrónicos, se ha potenciado la escritura, sobre todo entre los jóvenes"  Vamos que sí, que es importante que la gente chatee.
La noticia me ha pillado tomando el sol, con una cerveza en las manos, después de dar un largo paseo por la playa. Para una noticia buena, hay que repetirla.
Un  día de estos os dejaré un cuento distinto. Por hoy ya vale.

sábado, 16 de abril de 2011

La última semana ... por el momento

Esta ha sido una semana “cultural”: nuevo número de la revista de la Escuela; tertulia literaria; cine (en sala de cine) y mañana, domingo, ballet.
El último número de la revista me ha parecido el mejor de los que han hecho hasta ahora. Quizás signifique (¡ojalá!) que la revista se va asentando. En su debe la escasa, aún, participación (esto de escribir parece que da miedo, porque no creo yo que todavía penséis que no tenéis nada que decir). En su haber, mejor papel, más páginas, mayor colaboración que otras veces, mayor presencia de “artículos con enjundia” (Andoni seguirá animándose, ya lo veréis), y, como siempre, una cuidada composición, fotos,… Personalmente me ha ofrecido la oportunidad de decir adiós a mi “columnita desde  los sesenta”.
La tertulia literaria volvió a ser un momento agradable y sencillo de charla sobre una novela. Esta vez sobre “El gran Gastby”. De nuevo gratifica enriquecerse con las lecturas que otros han hecho de una misma novela. A parte de que nos polaricemos entre ese “me ha gustado mucho” y el “no me ha gustado nada” o el “es muy buena”  y el “es muy mala”, a parte de ellos, digo, aparecen en la charla muchas cosas que se habían pasado desapercibidas, muchas posibles interpretaciones, muchos detalles perdidos. Ahí está el enriquecimiento.
Y ayer a la noche estuve en el cine. Vi con Pili “En un mundo mejor”. Ya me gustaría que fuerais a verla y que luego dejarais un comentario sobre ella aquí. ¿Por qué? La peli se ve muy bien, es muy “bonita”: interpretación, fotografía, música, historia, tema,… Es una bella película. ¿Algún pero? No os la voy a contar, no voy a desentrañar el argumento. Solo que al final nos quedamos con la misma pregunta: ¿qué posición está tomando?, ¿qué quiere decir?, ¿se posiciona con claridad? O (y ésta parte de la pregunta es mía, lector de mucha novela negra nórdica) ¿estamos ante una envoltura preciosa para un regalo escaso? Espero vuestros comentarios, los de los que sí vais al cine, que en casa no va ser tan fácil verla y oírla (y esta peli hay que oírla).
Pero, sobre todo, ha sido la última semana de un segundo trimestre larguísimo. Ahora llegan un par de semanas de vacaciones (los que podemos). Supongo que habrá tranquilidad, naturaleza, sol, playa, lecturas y horas de cama por la mañana. Pasadlo bien.

domingo, 10 de abril de 2011

Lectura para la Semana Santa


No es fácil resistirse, así que no voy a hacerlo. Acabo de leer “Máscaras” de Leonardo Padura. Para que os hagáis una idea: la empecé el martes por la tarde y hoy a las nueve de la noche la he acabado. Sin descuidar ninguna de mis obligaciones.
Tengo que recomendárosla.  Sin ningún pero. Es una gozada. Literatura dentro de la literatura: un cuento, dentro de la novela, mil referencias al teatro, los clásicos –empezando por los griegos- , la Biblia, la cultura, el arte, el sexo, la definición de la persona, el existencialismo francés, el mayo parisino, Sartre, Camus, Cortázar,… Dios mío! Lo que cabe en “Máscaras”. La máscara es el personaje. El personaje es siempre una máscara. Y todo ello envuelto en novela negra, con un estilo rápido, aunque reflexivo, ágil, fácil, aunque denso, bien escrito, bonito,…
Creo que era Juan Ignacio Taibo II el que decía que la buena novela negra comienza en la investigación de un crimen para olvidarse de él e investigar la sociedad donde se ha cometido. Pues eso, si no tenéis nada mejor que hacer, leeros “Máscaras”, de Leonardo Padura.
Yo he vuelto del finde un poco más moreno.

jueves, 7 de abril de 2011

Cosas que pasan ... en Bilbao

Jueves 7 de abril. Ocho de la tarde. Teatro Arriaga. “La música callada” es el título del espectáculo.  Al piano Rosa Torres-Pardo, mientras Ana Belén recuerda el poema de José Hierro: Beethoven ante el televisor. 

El alemán de Bonn identificaba
Todos los sones de la naturaleza:
El del mar, el del rio, el del viento y la lluvia,
El canto del ruiseñor, el de la oropéndola, el del cuco.
Un día, cantó un ave, y él no oía su canto:
Fue la primera señal de alarma.
Luego avanzó implacable la sordera
Hasta desembocar en la noche de los sonidos.
Compuso, desde entonces, imaginándolos.
Nunca pudo escuchar su misa en Re,
Sus últimos cuartetos, su última sinfonía.

Luis Van Beethoven murió en mil ochocientos veintisiete
(es lo que piensan los desinformados),
Pero yo le he visto en el Lincoln Center.
Fue en los años noventa. Ocupábamos
Asientos contiguos. Yo lo reconocí
Por su expresión huraña y tierna y feroz.
Y también por el desaliño de que nos hablan sus biógrafos.
Escribí en mi programa estas palabras:
“Excelente concierto”. Y él asintió:
“No se moleste en escribir,, oigo perfectamente”.
Después, en el descanso, hablamos de su música,
(sin duda se dio cuenta
de que acababa de reconocerlo.)
Avisaron que había que volver
A las sala para escuchar el plato fuerte,
La Novena. Pero él, van Beethoven,
Dio medio vuelta y se marchaba.
“Pero, ¿precisamente ahora?” le pregunté,
“Yo regreso al hotel. Voy a escuchar
La novena Sinfonía en el televisor,
La transmiten en directo”, contestó.
“¿Me permite que le acompañe?”, dije
Y se encogió de hombros.

Pues aquí acaba todo.
Nos sentamos ante el televisor.
Escuchamos el golpe de batuta
Sobre el atril. Silencio. Y la orquesta rugió.
Entonces, Ludwig van Beethoven
Se levantó y apagó el sonido.
Ahora si que el silencio era absoluto.

Canturreaba a veces, levantaba la mano
Para indicar la entrada a los timbales
En el Scherzo. Lloró con el adagio,
Enardeció cuando cantaba el coro
Las palabras de Schiller.
Yo nunca podré oir, nadie podrá
Lo que él oía. Finalizó el concierto.
Fue entonces cuando se levantó,
Y se acercó al televisor,
Recuperó el sonido.
Las cámaras enfocaban ahora
Al público enardecido.
Van Beethoven oía, en mil novecientos noventa,
Los aplausos que no podía oír en Viena,
En mil ochocientos veinticuatro.


Estas cosas pasan en Bilbao muchos días al año. Buen finde.

lunes, 4 de abril de 2011

Amigos de los libros o "de todo hay en la viña del Señor"


Tomás, a quien no tengo el gusto de conocer personalmente, me ha invitado a dejar constancia en su web de alguna de las cosas que leo.
No he podido decir que no. Así que colaboraré con una página cuyo link he añadido a mi blog.
“Libros morrocotudos” se titula. “Morrocotudos” es una palabra de mis tiempos, de cuando era feo soltar tacos y había que usar vocablos redondos, con fuerza, sólidos, definitivos. Así que una página con ese nombre ya tenía hecha su presentación de antemano.
Me exigirá hacer el esfuerzo de reseñar cosas que haya leído. Con la pereza que me va a dar.
Pero ésta, creo, es la forma de irse incorporando a las nuevas redes sociales. Facebook, Twitter,… me parecen interesantes; para muchos no son nada desdeñables.
Pero es en este tipo de páginas “abiertas” y en la colaboración entre “desconocidos” con pasiones semejantes donde se crea el interés por comunicar lo que uno tiene para aportar y por recibir un montón de comunicaciones útiles.
Posiblemente estemos en un momento de exceso. Es lo que toca. Pero ya lo colocaremos en su sitio, en “su justo centro”. (¡Qué aburrido!).
Por ahora, de vez en cuando podréis encontrarme también allí. Y, si os decidís a dar una vuelta por la página cada cierto tiempo, aunque yo no ande por allá, os tropezaréis con  abundantes reseñas, … vosotros que sois amigos de los libros.