martes, 19 de octubre de 2010

¿Un lema?

Nunca he podido determinar con claridad qué situaciones disparan mis neuronas a ese pensar sin orden ni concierto, a esa búsqueda más de preguntas que de respuestas.
Pero, de repente, saltan y empiezan a bullir. Por ejemplo, hace un rato.
Tener un lema (en la educación, más en concreto) ha sido una constante tentación en mi vida. Hasta hoy no he caído en la tentación de “esculpir” una frase redonda que dé pistas de lo que quiero, de lo que buscan mis acciones, de lo que mueve mi día a día (o lo juzga).
Creo que de un tiempo a esta parte estoy sintiendo como si tuviera que resumir, que terminar mi labor educativa ofreciendo un punto y final que ilumine todo lo anterior, que exponga a la luz lo central de muchos años, de muchas reflexiones y de muchas vivencias.
Y en ese campo de cultivo, es donde nace (sin que sepa muy bien cuánto tiempo va a vivir) el “lema para un educador” que me pueda dejar tranquilo, porque “ya está, ya ha salido”.
Crítico con el pasado; respetuoso con el presente; fiel al futuro.
Un lema no se explica. Si lo que quiere ser absolutamente claro necesita explicación,…
Pero, diré un par de cosas (que conste que por un momento he pensado en dedicarle – no es broma – un buen ensayo):
Crítico de crisis. Manteniendo la etimología, crisis es el momento de cualquier realidad en el que se separa lo obsoleto, lo ya muerto, de lo que aún sirve, de lo vivo.
Respetuoso porque no se inventa a su gusto lo que es, lo que está ahí, aunque no le guste, y se esfuerza en conocerlo tal como es, con las leyes que realmente lo está moviendo. (Debo disentir de Eva Magallanes a la que debo un preciado comentario en cuya posdata me decía textualmente: “ en rigor, el presente es lo único que existe!”. Más que disentir, completar con otra afirmación: en cuanto empezamos a hablar del presente, deja de serlo para ser pasado).
Fiel  porque su construcción es la llamada más importante que podemos oír, porque estamos en el momento de la utopía (ya sabéis: literatura, poesía, …, educación), de lo único que puede pedir nuestra fidelidad. Todo lo demás es traicionable.
Así que a partir de ahora (y por no se sabe cuánto tiempo, porque cualquier lema es traicionable), crítico con el pasado; respetuoso con el presente; fiel al futuro.

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