viernes, 10 de septiembre de 2010

Todos no somos jóvenes; ¿emigrantes?

Después de ver la exhibición de serbios y lituanos estoy un poco fastidiado. El baloncesto es una gran metáfora social. Así que está claro que los primeros puestos son para los jóvenes. Los mayores, aunque no lo queramos, tendremos que buscar nuestro sitio.


No tengo más remedio que seguir preparando el tema-asunto de la emigración. Dando vueltas por la Red he encontrado una página con unos cuentos muy bonitos. Os la recomiendo: www.margencero.com/biblio/relatos1/emigrantes.htm. Los cuentos son de Paco Ortiz.

También me he tropezado con el que dicen que es el relato más breve. Este lo transcribo:

Título: El emigrante

Texto completo: -¿Olvida usted algo? - Ojalá.

Autor: Luis Felipe G. Lomelí.



Todo confluye en la crueldad. Os enseño un cuento que yo ya tenía escrito hace un tiempo y que (salió así, sin intenciones previas) es lo más cruel que nunca he escrito (estáis advertidos):





Emigrante equivocado

Es moreno. Curtido por muchas horas de campo. Su maleta, ligera. Sentado en el vagón del tren levanta la mirada. Presta mayor atención a la voz que repite: “Próxima estación: Madrid, Chamartín”. Saca un papel. Desconcierto. Lágrimas. Vuelve a leer la dirección escrita en el papel: “19, rue de Valenciennes, París”. Sigue mirándolo, pero, ya no lo ve.

Las lágrimas ciegan sus ojos. Ha salido de Burgos. Años 60. No sabe si tendrá dinero para enmendar su error. No sabe si podrá coger otro tren en la dirección correcta. El tren se para. El mundo se para.

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